Regale su vuelto
Muchas veces en la fila del supermercado (Líder, cof cof) o de cierta tienda (Tricot, cof cof), justo después de pagar y ante cierta pregunta, me he visto tentada a responder no. Sin embargo, nunca me he atrevido por la única razón que me da vergüenza hacerlo; y ni siquiera debería sentir eso, ya que tengo razones para decidir que no. La pregunta a la que intento responder negativamente, ya se la imaginarán, ¿Desea donar su vuelto? es ciertamente errónea o induce a error, ¿por qué? porque quizá lo que la cajera está preguntando realmente es ¿Desea donar su vuelto al supermercado para que éste a su vez lo done? De no ser así, entonces está formulada para que adrede confunda al supuesto donante, quien está entregando, más bien, regalando parte del dinero de su propiedad a la entidad que en ese momento se lo está debiendo junto al resto del vuelto de su compra.
Entonces, cuando me preguntan si quiero donar esos pocos pesos que de nada sirven y sería muy tacaña e egoísta si no los entrego, me están queriendo decir que ese dinero YO lo donaré a X fundación y la verdad es que nunca esa fundación recibirá un cheque con mi nombre sumando todos los pesitos que he decidido no recibir cada vez que he ido a comprar. Pero la verdad, es que la empresa en cuestión, dentro de su infinita bondad, está sirviendo como mediadora para entregar mi dinero y el de todos sus clientes a nombre de la compañía. ¿Ya ven por qué no gusto de donar mi vuelto? Para evitar que una empresa done dinero que no es suyo en su nombre, haciendo creer implícitamente al verdadero donante que él está haciendo la buena acción. Pero buena acción para los ricachones, ya que las donaciones que entregan les benefician bastante.
Es un beneficio totalmente legal y estipulado en la ley el que reciben las instituciones que realizan las donaciones:
¿A qué se refiere el beneficio de las Donaciones?
Por la vía de diversas leyes, se ha favorecido a ciertas instituciones que son susceptibles de recibir donaciones con franquicias tributarias. En estos casos, se dan una serie de requisitos, no sólo para donante y donatario, sino además para el objeto de la donación. Una de las franquicias que contemplan estas leyes, es la exención del impuesto del que da cuenta la Ley N° 16.271 y la liberación del trámite de la insinuación. Pero desde el punto de vista del donante, la franquicia tributaria más importante la constituye la posibilidad que para efectos de la Ley de la Renta, pueda descontar, ya sea como gasto o como crédito contra el impuesto, parte o el monto total de la donación.
Esto quiere decir, en sencillas palabras, que la empresa que juega el rol de donante recibe un “descuento” en los impuestos que debe pagar equivalente al monto que está donando, que puede llegar a ser el total del impuesto a la renta. Esto no es nuevo, desde hace mucho que la gente sabe esto, pero no sé si es que no se dan cuenta, o no quieren hacerlo, que están ayudando a estas empresas a reducir el pago de sus impuestos y de esta forma aumentar sus ganancias monetarias.

Se supone que debe existir una disminución del patrimonio del donante, como dijo Alberto Hurtado: dar hasta que duela, pero si el dinero que están donando no es parte de su patrimonio, no sé cómo sería válida la donación, esto lo desconozco y me aventuro a suponer que alguna maniobra harán ahí para poder beneficiarse de la Ley sin salir perjudicados.
Y luego nos quejamos de las grandes empresas que se enriquecen a costa nuestra, que nosotros debemos pagar impuestos cuando los empresarios los evitan y ahí estamos, ayudándolos con nuestro vuelto.Tal vez porque en Chile, país que se autodenomina solidario, la gente se sienta aún más solidaria donando su vuelto; también quizá porque jamás ayudan en algo y esta sea la única forma de hacerlo, así prefieren pagar ese pequeño precio en ayuda de una fundación que lo necesita. Es básicamente hacer lo más fácil y cómodo para uno, esperar que alguien aparezca en tu camino pidiendo una moneda, comprar productos que ayudan a la Teletón o regalar tu vuelto cuando haces las compras.
Así la empresa, poniéndose el traje de la solidaridad -que dicho sea de paso, debería ser de caridad- invita a sus clientes a regalarles unos pesos inservibles, pero que sumados entre miles de personas, ayudarán muchísimo a dos entidades, sin que la primera tenga que tocar parte de su propio bolsillo. Hay además otra cosa que me llama la atención, así como la compañía puede evitarse pagar impuestos, la que recibe la ayuda debe pagar los impuestos correspondientes por la donación:
Ley N° 16.271 Sobre Impuesto A Las Herencias, Asignaciones Y Donaciones
Así que más salen ganando los empresarios que los mismos donatarios. También, durante la Teletón cuando nos invitan a consumir sus productos, nosotros alegres en ayudar aumentamos sus ganancias de la que una mínima parte va a parar a la fundación, claro, lo suficiente como para evitar pagar impuestos. Y a nosotros sólo nos queda la satisfacción de haber colaborado, aunque jamás nuestro nombre aparezca por ahí, ¡claro! esto lo hacemos desinteresadamente, no para recibir reconocimiento o retribución… no como otros, si es que de verdad están donando el dinero (una vez apareció una denuncia que las donaciones las entregaban en víveres y no en dinero). Lo más gracioso es lo que aparece en la página web del Hogar de Cristo, respecto al sistema automatizado de donaciones en las cajas:
Actualmente, contamos con este sistema implementado en las cajas de supermercados LIDER, Farmacias Cruz Verde, Tiendas La Polar y Tricot. Las donaciones son solicitadas por las cajeras y vendedores de las empresas, quienes son un puente de solidaridad entre los que pueden dar y aquellos que no tienen nada. Su trabajo en esta iniciativa es generoso y totalmente desinteresado. Ellas son nuestras intermediarias que día a día están invitando amablemente a los clientes a sumarse a esta cadena de solidaridad.
Por un momento olvidé dónde estaba leyendo esto y creí que alguien se me había adelantado al escribir una nota irónica sobre las donaciones, pero no, iba bastante en serio. Una forma más de apelar a la sensibilidad del receptor y convencerlo que está haciendo la mejor de las obras y que más generosa aún es la empresa, porque es totalmente desinteresada su acción, ojo en eso.
Para finalizar, lo que yo propondría si es que no dejamos de donar -digo, regalar- nuestro vuelto, ya que de todas formas sí ayuda a las fundaciones, es que las empresas que reciben el dinero simplemente no lo donen en su nombre, sino a nombre de otra personalidad jurídica que represente a los clientes o no sé, alguna cosa por el estilo. Los que son legisladores que se las ingenien. El asunto es que las empresas no se hagan cargo de lo que nos corresponde a nosotros como dueños de ese dinero, que para colmo aseguran a los clientes haber obtenido menos que si hacemos cálculos, deben haber reunido. Así que si esta propuesta es inviable, que cada uno vaya directamente al donatario a entregar el dinero -y de paso, se beneficie por la exención al impuesto-, porque de seguro que las empresas ya no servirían como “puente de solidaridad” si no van a ganar algo con ello.
Fuentes:
Hogar de Cristo: Done su vuelto
Nota 1: Al comienzo del post he mencionado a Líder y Tricot, porque son las tiendas donde me ha tocado “donar”, aunque existen otras más.
Nota 2: Ya sé que esto no es nada nuevo, así que evítense marcar la casilla de “Nada nuevo”.
Woah…
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D:
Hola Pepi!!
Te cuento que debido a mi edad avanzada, estoy muy ejercitada en decir NO y no sentir vergüenza por negarme a donar mi vuelto. Tu articulo ha reafirmado mi decisión y conociendo algunos detalles que no sabía, más aún.
Y encima un buen recordatorio.
Cambiando de página, me hiciste recordar que hace ya unos cuantos años, en los McDonald's muchos combos valían 1,99; 2,49; 9,99 y cifras similares que obligaban a recibir como vuelto una monedita que al ser de tan ínfimo valor, nadie la quería. Era necesario juntar 10 de esas moneditas para que te dieran un mísero centavo que no servia para nada. No estoy exagerando, no servía para nada. Hasta que un día empezamos a escuchar la millonada que embolsaba anualmente la hamburgueseria porque "nadie" quería romper sus bolsillos para cargar con esas monedas.
Nunca mejor dicho el "todo suma"…
Así que como verás, mientras que a algunos gentilmente los tienen que "invitar" a donar su vuelto, otros nos negamos a recibir nuestro vuelto. Es así Pepi, hay de todo en la viña del Sr.
Cariños y hasta la próxima.
@modelot
Gracias por los comentarios, en especial a @modelot. Me faltó señalar que aunque pongo la ley de Chile, esto pasa en todos los países de Latinoamérica. Y también lo que dices de McDonald's, aquí todos los precios terminan en 1 al 9 y esos son pesos que ni se utilizan, nadie tiene esas monedas así que difícilmente se puede pedir ese vuelto. Lo mejor será decirle a la cajera que haga lo que quiera con ese vuelto, pero que no lo done. ¡Un abrazo!
No es nada Pepita, muy interesante lo posteado.
Desde hace algunos años, cada cierto tiempo se envían correos masivos (spam) y se publican en la red comentarios similares a los posteados por María de Los Angeles. Creo que el anális está mal enfocado por lo siguioente:
En las campañas, por ejemplo "Done su vuelto" del Hogar de Cristo, el supermercado o tienda sólo actúa como recaudador por cuenta de la organización de beneficencia y la totalidad de lo recaudado es entregado al HC. El Hogar de Cristo no entrega ningún certificado de donación, que le permitiría a la empresa descontar de impuestos. Es como si en cada caja del supermercado hubiese una alcancía y uno depositara ahí su donación. Al término de cada mes se abren las alcancías y se entrega lo recaudado al HC.
El análisis hecho por María de Los Angeles corresponde al caso en que la donación de cada cliente se considerara como un "ingreso" del supermercado y constituyera parte de sus haberes. Luego decidiera hacer la donación como empresa y recibiera un certificado de donación recibida por la organización de beneficencia. Claramente, este no es el caso de "Done su vuelto".
Espero haber puesto algunas luces en el foro. Saludos
Rodrigo
Gracias por aclarar ese punto, Rodrigo. Aún así no me compro totalmente ese desinterés de las empresas por ayudar, ¿será quizá sólo mejorar la imagen? Puede ser.
El "dato rosa" en esto, es que funciona al revés de lo que parece. En vez de que la tienda X done nuestro dinero y con esto bajen sus impuestos, de hecho ellos donan el dinero siempre, cada mes, y luego recuperan esa "donación" pidiendo un peso a nosotros, los clientes. En otra palabras, nunca hay donación. Mish.